El Aikido es un arte marcial japonés desarrollado por Morihei Ueshiba a principios del siglo XX. La palabra «Aikido» se compone de tres caracteres japoneses: «ai» (armonía), «ki» (energía o espíritu), y «do» (camino o sendero). En conjunto, Aikido se puede traducir como «el camino de la armonización con la energía espiritual».
A diferencia de algunas otras artes marciales que se centran en la lucha o la competición, el Aikido tiene un enfoque más filosófico y espiritual. Su objetivo principal es utilizar la energía del oponente y redirigirla de manera armoniosa, en lugar de enfrentarse directamente al ataque con fuerza física. El Aikido enfatiza la neutralización de la agresión a través de movimientos circulares, giros, y técnicas de inmovilización.
Los practicantes de Aikido buscan desarrollar un estado mental de calma y claridad, así como una conexión armoniosa con su oponente y el entorno. Aunque hay variaciones en las técnicas y enfoques dentro del Aikido, la esencia fundamental del arte marcial se basa en principios de fluidez, adaptabilidad y resolución no violenta de conflictos.